Sobre Mí
Creo que hay puntos y aparte en la vida y el mío fue Cape Town. No lo pensé dos veces y me marché hasta allí para aprender inglés. No sabía decir ni “hello” y nunca había viajado sola. Estaba aterrada y preguntándome a qué mala hora había tomado esa decisión. ¡Era más fácil ir a Inglaterra! La experiencia resultó ser magnífica y aprendí lo más hermoso de los viajes: conocer otras culturas, disfrutar de otros paisajes y dejar un pedacito de mí en aquellos rincones que más me enamoran.
Sé que una parte de mí se quedó en Sudáfrica. También sé que a raíz de aquel viaje aprendí a espabilarme por mí misma y a perder la vergüenza. Quién me ha visto y quien me ve. Y sí, me hice adicta a esa mezcla de nerviosismo y curiosidad que tengo cada vez que preparo mi maleta para una nueva aventura. Seguro que sabes de qué sensación te hablo…
Confieso que me cuesta deshacer la maleta, quizá porque sé que no soy la misma persona que cuando la hice. Sí, las enseñanzas de cada viaje me ayudan a conocerme mejor y sé que aunque todo sigue igual a mi alrededor yo soy un pelín diferente.
Y de esa inquietud por compartir mis historias y, espero, ayudar a otros viajeros a conocer nuevos lugares nace Largas Lunas. Una expresión que viene de mi época Scout, cuando decíamos: “buena caza y largas lunas” cada vez que emprendíamos una nueva excursión para dar suerte. Una frase tomada del Libro de las Tierras Vírgenes de Rudyard Kipling —más conocido como El Libro de la Selva
Ah! No me he presentado soy Olga y aquí empieza nuestro viaje